Los primeros territorios que se encuentran en custodia de la milicia son Morelia, Uruapan, Zitácuaro, Sahuayo, Huetamo y La Piedad, en donde en los meses recientes, según afirmaron, se han producido reiterados eventos delictivos tanto del fuero común como del federal.
Son alrededor de mil los efectivos castrenses de élite que ya se encuentran desplegados en la geografía estatal, y en los días venideros llegarán otros centenares para, según dijeron, "garantizar la paz y seguridad de las familias michoacanas", según explicaron los funcionarios consultados, a pesar de las denuncias de abusos por parte de las fuerzas represivas del peñismo.
A Morelia arribaron 120 policías militares y a Uruapan 80, en tanto que los 800 restantes se distribuyeron en Zitácuaro, Huetamo, Sahuayo y La Piedad, desde donde también operarán en lo que llamaron 'completa sincronía' con las policías municipal y estatal.
Quadratín conoció que en los días recientes, el gobernador Silvano Aureoles Conejo ha acrecentado sus conversaciones con las autoridades federales, militares y navales, con el propósito de afinar la gran estrategia de militarización.
Paralelo al arribo de la policía militar, también se dará la llegada de más miembros de la policía federal.
El supuesto objetivo es que, "con base en la información privilegiada que ya han generado los órganos de inteligencia, se ataque en un solo amasijo a los grupos transgresores de la ley".
Quadratin
