El ejército llegó más de dos horas después del par de ataques que sufrimos en Iguala, Guerrero, el 26 de septiembre; ¿dónde estaban?, preguntó Omar García, estudiante de Ayotzinapa.
En entrevista para Noticias MVS, primera emisión, reveló que cuando llegaron los militares, en lugar de atender a los heridos, los detuvieron y los golpearon.
“Llegó el ejército acusándonos de allanamiento (de un hospital), dándonos culatazos y al compañero herido también lo sometieron“, reveló el estudiante.
Omar les preguntó a los soldados: “Oigan, no están viendo que está gravemente herido, lo que necesitamos es apoyo”. En ese momento el joven ayudaba a uno de sus compañeros heridos, quién todavía no se recupera.
“Fue ahí cuando nos dijeron: Ustedes se lo buscaron, eso les pasa por andar haciendo lo que hacen”, agregó.
Para el joven la forma de actuar de los militares es un “reflejo de la criminalización (contra los normalistas), que han insertado en las 'fuerzas del orden'”.
Además, los soldados los fotografiaron a todos. “Nos dijeron: den sus nombres reales porque si nos dan sus nombres falsos nunca los van a encontrar“.
Ahora Omar se pregunta qué hizo el ejército en dos horas, las dos horas que no aparecía por ningún lado.
Los medios nos decían que no podían llegar
Omar presenció el segundo ataque de la noche funesta.
Antes de ver cómo en medio de la oscuridad, aparecían los disparos, llamó a los medios de comunicación locales.
“Los medios nos decían que no podían llegar porque se los había prohibido el gobierno estatal y municipal”, acusó.
“Que no podían cubrir el caso porque les habían prohibido desde el estado”, agregó.
2 horas después, llegaron algunos medios, quienes fueron testigos del segundo ataque. Hasta ahora no se conoce ningún video sobre ello.
“Fue muy repentino… estábamos en la esquina de la calle Juan N Álvarez… 5 o 6, de medios locales… repentinamente empezaron nuevamente los balazos. No pudimos percatarnos quiénes eran porque estaba todo oscuro, solamente se veían las ráfagas, los disparos que salían de la oscuridad pero no pudimos ver de quién se trataba”, expuso.
A uno de los compañeros de Omar le quitaron los ojos. Esto porque “cuando lo sometieron, tuvo la valentía de escupirle a la cara del agresor“.
“Durante este tiempo el ejército ni sus luces”, remarcó.
“Después de la segunda balacera a las 12:30 (de la madrugada) aparece el ejército”, precisó.
Omar buscaba que algún doctor atendiera a Edgar Andrés, un normalista lesionado, que actualmente continúa grave.
“Pedimos en hospital que se nos atendiera, no nos quisieron atender, pedimos que por lo menos nos dejaran entrar, personal de guardia nos dejó entrar y al poco rato llegó el ejército acusándonos de allanamiento de morada”, contó.
El estudiante menciona que en Guerrero es común ver a militares coludidos con la delincuencia organizada.
“Soy de la Sierra donde abunda la delincuencia organizada”, narró. “Y el ejército ahí anda, le dan su mochada y se retira… siempre llegaban a arreglos con los narcos”.
¿Qué música escuchan?
Omar García dio a conocer que cuando fue a declarar ante la PGR por los hechos del 26 de septiembre, le hicieron preguntas como qué música escuchaban.
El normalista dijo que las autoridades intentaron vincularlos con la delincuencia. ”Nos tuvieron 8 horas declarando y sí todas esas declaraciones siempre iban encaminadas: ¿de dónde eres, a qué te dedicas, qué opinas de los Guerreros unidos?.. no tenían nada que ver con lo que sufrimos”.
“Esa fue una ofensa todavía más grande: nos preguntó que qué música escuchábamos… oigan pero ¿por qué escuchan a La Trakalosa?“, continuó.
El normalista adelantó que alistan una caravana “civil y pacífica” en el país, “en la que podamos poner a debate este problema”.
Lo que se vive ahora es un horror que venían tapando, que han querido encubrir, pero pero les ha explotado, finalizó.
Con información de MVS