- A cambio no les suspenderán los apoyos de Oportunidades y la cruzada contra el hambre
- Aunque tienen miedo, lo hacen para que no se cierre
- Formaron los grupos, de cuatro o cinco integrantes, tras el intento de violación a una pasante
- Constantes robos en la comunidad La Solana
Unas 250 mujeres, organizadas en varios grupos, se encargan de ofrecer vigilancia a personal médico del centro de salud de la comunidad La Solana, en la delegación municipal Santa Rosa Jáuregui de esta capital, debido a la inseguridad. Las mujeres destacaron que el subdelegado de la localidad, Carlos Velásquez Bautista, les pidió ir armadas con palos.
Deben realizar dicha labor luego de la advertencia de que les suspenderían la entrega de apoyos de los programas federales Oportunidades y Cruzada Nacional contra el Hambre.
Durante un recorrido por La Solana, las mujeres narraron que constantemente son objeto de agresiones y asaltos por grupos de jóvenes armados con cuchillos y pistolas, que se concentran en diversos puntos de la localidad y consumen estupefacientes y alcohol en la vía pública.
Hace 15 días, un grupo de estos jóvenes ingresó al centro de salud y pretendió abusar de una pasante de medicina que logró evitar el ataque encerrándose en un vehículo. Tras la agresión, el subdelegado Velásquez Bautista acordó integrar grupos de vigilancia formados por los beneficiarios de programas sociales.
Se integraron listas con los nombres de mujeres que conforman los grupos y se establecieron los horarios para vigilar las instalaciones, de 30 minutos a una hora todos los días.
Para que los médicos puedan acudir a la comunidad, las mujeres los esperan en el centro de salud y permanecen en el lugar, mientras los profesionistas dan consulta. Los grupos, de cuatro o cinco vigilantes, se rotan de las 9 a las 16 horas diariamente, cuando concluyen sus jornadas laborales un médico titular, una pasante y un enfermero.
Dicha dinámica se inició el lunes pasado; implica realizar rondines por el centro de salud y que las mujeres se hagan pasar por pacientes, para que observen los movimientos en el lugar y, si pretenden ingresar delincuentes, éstos desistan al ver que hay gente en las instalaciones.
Las entrevistadas expresaron su temor de desempeñarse como vigilantes, pues algunas están embarazadas o tienen que llevar a sus hijos pequeños a la custodia, porque no tienen con quién dejarlos.
Las mujeres indicaron que aceptaron esta tarea para que no se cierre el centro de salud y no se les suspenda la entrega de despensas de la Cruzada Nacional contra el Hambre o los 880 pesos bimestrales que reciben a través de Oportunidades, dado que en la localidad no hay fuentes de trabajo.
Comentaron que constantemente piden presencia policiaca en La Solana, pues es prácticamente nula, y las pocas ocasiones que uniformados arriban es con unas 15 patrullas juntas que recorren las calles empedradas o las de terracería. También se sabe de casos en que grupos de presuntos criminales apedrean a la policía, que rápidamente abandona la comunidad.
Proveedores de abarrotes, lácteos y frituras disminuyeron la entrega de los productos, porque sufren robos y agresiones.
No pueden con el paquete
El diputado por el tercer distrito local (que abarca a la delegación Santa Rosa Jáuregui, al norponiente del municipio de la capital de Querétaro) Enrique Correa Sada, del PAN, señaló que los ciudadanos optaron por integrar mecanismos de autoprotección porque las autoridades no pueden con el paquete; además, falta atención de subdelegados y delegados de las comunidades de la zona.
Los diversos poblados que conforman Santa Rosa Jáuregui enfrentan robos a casa habitación, riñas, violencia, acoso vinculado a la venta clandestina de alcohol y al narcomenudeo, sostuvo el legislador. “Hoy los delincuentes tienen tomadas las comunidades”, afirmó.
El titular de la Secretaría de Gobierno estatal, Jorge López Portillo Tostado, calificó de absurdos los señalamientos de que en Santa Rosa Jáuregui existan grupos de autodefensa.
Aseguró que el gobierno es el responsable de la seguridad en esa zona del municipio capitalino, y el pasado jueves tuvo una reunión con el presidente municipal de Querétaro, Roberto Loyola Vera, donde abordaron el problema de pandillerismo que se da en esa zona.
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