“Le decimos a Enrique Peña Nieto que aquí estamos, y si quiere acabarnos que venga por nosotros, ya verá de qué somos capaces los pueblos”, subrayó en conferencia de prensa Jesús Adam Espinoza, uno de los dirigentes del FPDT.
“Seguimos en batalla y en pie de lucha, no nos rendiremos y le mandamos un mensaje a Vicente Fox y a Enrique Peña Nieto, que son lo mismo, que defenderemos con nuestras vidas los terrenos, que aquí nos tendrá defendiendo nuestros pueblos y nuestras tierras”, secundó el líder del movimiento, Ignacio del Valle Medina.
Y señaló que su lucha comenzará por dos vías, la resistencia y la legal.
Del Valle aseguró que ya cuentan con una medida cautelar para echar abajo la asamblea del núcleo ejidal de San Salvador Atenco celebrada el 1 de julio, en la que se aprobó el cambio de uso de suelo de más de mil hectáreas de uso común al dominio pleno, para poder enajenarlas.
Esa asamblea, dijo, se realizó de manera ilegal, pues estuvo “amañada, no se contó con el quórum necesario y participaron personas ajenas a los ejidos”.
La FPDT aseguró que parte de la poligonal donde se planea construir el nuevo aeropuerto, para el que se prevé una inversión de 125 mil millones de pesos, según informó ayer Enrique Peña Nieto, ocupa terrenos de Atenco y Texcoco que fueron comprados ilegalmente, ya que se presionó a los ejidatarios a venderlos.
Los atenquenses hicieron un llamado a las organizaciones sociales, estudiantiles, obreras y campesinas, para que participen en la marcha del próximo lunes 8, de la explana de San Salvador Atenco al Tribunal Unitario Agrario de Texcoco, donde se realizará una audiencia por el juicio para la suspensión de la asamblea.
“Defenderemos nuestras tierras e impediremos que el gobierno federal se apropie de nuestro patrimonio. Con engaños han estado coartando a los ejidatarios para que vendan su tierra y así tomarlas, y decir que ya forman parte de los terrenos federales (…) haremos todo lo posible para defendernos de cualquier embestida”, apuntó el FPDT.
Ayer, Ignacio del Valle aclaró que tiene conocimiento de que el nuevo proyecto para la terminal aérea, que pretende el uso de 12 mil hectáreas (5 mil hectáreas más que en 2001) ubicadas en las comunidades de Ixtapan y Nexipayac, equivale a una superficie construida cuatro veces más grande a la del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
“El proyecto no solo contempla al aeropuerto, habla de lugares de hospedaje, de hotelería zonas habitacionales, zonas recreativas, en donde no estamos contemplados”, indicó.
Eso, dijo, provocaría cuatro veces más contaminación, cuatro veces más el impacto de ruido, y la desaparición de las comunidades, la falta de identidad y la ruptura del tejido social.
Con información de Proceso
