La joven de 23 años fue elegida para ser la imagen de la firma Fella Swim, de trajes de baño, donde asistió a una sesión de fotos bajo el agua de la mano del fotógrafo Pip Summerville, un conocido y talentoso fotógrafo subacuático.
Para manifestar su descontento con el resultado publicado por la mencionada marca, Meaghan decidió subir a Instagram dos fotografías: la original, en la que muestra el cuerpo natural de la modelo y la que apareció en la publicidad oficial, mostrando un cuerpo modificado de la joven, haciéndolo menos voluminoso.
"Esta mañana estaba muy sorprendida al ver que Fella Swim había subido una versión 'photoshopeada' de la foto original de Pip a su página de Instagram. Habían cambiado drásticamente mi cuerpo, adelgazando el abdomen y los muslos en un intento de encajarlo con el ideal cultural de belleza. La de arriba es su versión, a continuación aparece la versión real. Mi cuerpo es de talla 40, no 36. ¡Este es mi cuerpo! Me niego a cruzarme de brazos y permitir que cualquier empresa o persona perpetúe la creencia de que 'cuanto más delgado mejor'. ¡Todas las mujeres son hermosas, y venimos en diferentes formas y tamaños! Esta industria es una locura ¡No está bien alterar el cuerpo de una mujer para que se vea más delgada. NUNCA!".
La respuesta a su acción reivindicativa no se hizo esperar y cosechó más de 6.300 acciones y cerca de 500 comentarios en la red social Instagram.
Según declaraciones de Fella Swim a People, la firma de trajes de baño ha eliminado la foto retocada de su Instagram y declaró que, después de haberse comunicado con Meaghan, han publicado una disculpa tanto a ella como a Pip: "Nos sentimos fatal. No era nuestra intención ofender, molestar o faltar el respeto a nadie".
Con información de Europa Press