La empresaria adquirió la estrella de tipo espectral G2 “por no conocerse dueño alguno en 5.000 millones de años” y en 2013 colocó en eBay la siguiente oferta: “Vendo objeto nuevo, no usado, no abierto y no dañado. El envío es gratuito”…y aunque podía oler a timo, a que te iban a mandar un trozo de madera, el misterioso objeto era nada menos que el Sol. El negocio era redondo, claro. Si un inglés se gasta 120.000 en comprarse un chalet en Benidorm… ¿Quién no iba a estar tentado de tener su metrito cuadrado de por un mísero euro? A 6 billones de kilómetros cuadrados, pues se sacaba una pasta. ¿Y había negocio para los compradores? ¡Por supuesto! La idea era que cada uno de ellos exigiese cobrar derechos por la energía generada y recibida en la Tierra. O en España, al menos.
SE VENDE SOL
eBay no vio clara la comercialidad de la idea, así que directamente le bloqueó su perfil con el motivo de impedir que se vendiese “algo intangible”. Lo más fuerte es que, tras la denuncia interpuesta por la “dueña del sol”, un juez se declaró incompetente para conocer el caso.
A partir de su fallida transacción (que sí genero algunos euros), la empresaria tiene otro problema: le han comenzado a llover demandas por la aparición de melanomas, cánceres de piel y quemaduras solares. Esto, bajo la premisa de que, al ser dueña del Sol, ella es la responsable de tales males.
“La gente cree que me puede reclamar pero el Sol no es el culpable del cáncer, es la contaminación que destruye la capa de ozono. Por la misma lógica, yo podría pedirles compensaciones por los alimentos que comen o por el calor. Creo que la gente no tiene conocimientos básicos [de Derecho] porque la realidad es otra”.
Sin embargo y según el rotativo gallego, los abogados ya han concluido que es improbable que ninguna de estas demandas vea sus frutos: “La luz solar tarda unos mil años en llegar a la Tierra”, afirman erróneamente estos especialistas en Derecho, y la mujer puso la estrella a su nombre hace cinco años, por lo que quedaría exenta de cualquier responsabilidad anterior a su toma de posesión del astro. Los damnificados deberían recurrir a un astrofísico: los rayos solares no tardan mil años sino apenas ocho minutos y medio en alcanzar la superficie terrestre.
En una operación anterior, la señora Ángeles registró en el año 2008, como partitura musical, el grito de Tarzán. El juez se negó a conocer el caso.
Con información de La Voz de Galicia.