En la versión editada de esta superproducción sobre la vida de la emperatriz Wu Zetian al final del siglo VII ya solo aparece la cara de sus protagonistas, sin el busto, precisó la agencia de prensa Xinhua.
Esta serie histórica sobre la única emperatriz que ha tenido China en toda su historia —encarnada por la estrella internacional Fan Bingbing—, empezó a emitirse el 21 de diciembre en la cadena de televisión por satélite Hunan TV.
Una semana después se interrumpió brutalmente la difusión de La emperatriz de China y los productores alegaron "razones técnicas".
Furiosos, los internautas no tardaron en establecer la relación entre la suspensión y los bustos y sensuales curvas de las actrices, que sin embargo iban siempre vestidas con trajes de época.
Parte de la popularidad de la serie se debía a que sus personajes femeninos aparecían con pronunciados escotes, especialmente su protagonista, considerada una de las actrices más atractivas de China.
La poderosa Administración de Estado de la Prensa, la Edición, la Radio, el Cine y la Televisión se negó a explicar los motivos de la retirada de la serie.
Pero su vuelta a la pantalla, con sus heroínas reenmarcadas en formato "primer plano", confirmó que la tesis de los internautas era la correcta.
El 95% de los internautas se opone al recorte parcial de escenas consideradas demasiado provocativas de la popular serie televisiva La emperatriz de China, que ha provocado una gran polémica en el país asiático.
Según una encuesta realizada en la red social Weibo, considerado el equivalente local a Twitter, solo el 5 % de los internautas aprueba que esta serie haya modificado las imágenes de sus personajes femeninos para que solo se les vea la cabeza.
"Después del corte no se ven las ropas, ni las escenas ni la trama tienen tanta fluidez, ya no se siente la prosperidad de la dinastía Tang", escribió un internauta identificado con el seudónimo Ai Miaomiao en Weibo.
"Después de vivir tantos años, caminar más y leer más libros, estoy empezando a comprender cada vez más las cosas de otros países y cada vez menos las cosas de mi propio país y su mentalidad", comentó otro identificado como Yan Huohuo.
Además de la opinión contraria en la encuesta y los comentarios críticos con la retirada de las escenas, en las redes sociales de China se han difundido capturas de la serie completadas con dibujos en los que se ve cómo sería la imagen si no hubiera sido recortada.
Las reglas de la censura en China son opacas y nunca se justifican. A menos que una película dé una imagen particularmente elogiosa del pueblo chino, es raro que pase intacta por el yugo de los servicios de propaganda del Partido Comunista.
La censura a veces es política —para obras consideradas nefastas para la estabilidad de la sociedad o que vehiculan un mensaje considerado contrario a los intereses del partido único— pero otras se extiende al terreno de la moral.
La tijera también se aplica a las escenas de desnudo o sexuales y a las secuencias consideradas violentas.
AFP / EFE / CNN / Xinhua