Primeramente, en el mes de febrero del año en curso, el Banxico redujo su expectativa de crecimiento para esta anualidad, que pasó de un rango del 3 al 4 por ciento, a uno de entre 2.5 y 3.5 por ciento.
Posteriormente, en mayo, de nueva cuenta el Banxico redujo de nueva cuenta su expectativa de crecimiento del PIB en medio punto porcentual, quedando en un rango de 2 a 3 por ciento.
Este día, al presentar el “Informe Trimestral Abril-Junio 2015”, el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, anunció que se revisó a la baja el pronóstico de crecimiento para la economía mexicana, que pasó a un intervalo de entre 1.7 a 2.5 por ciento, debido al bajo ritmo de crecimiento que reportó la actividad económica en el primer semestre.
Sin embargo, el Banxico mantuvo en un rango entre 2.5 y 3.5 por ciento su pronóstico de crecimiento para la economía mexicana en 2016, ante mejores expectativas por las reformas estructurales, la economía de Estados Unidos y las exportaciones.
Asimismo, informó que la junta de gobierno del Banxico prevé que la inflación se mantenga por debajo de 3.0 por ciento en lo que resta de 2015, y que para el año próximo se ubique en niveles cercanos a 3.0 por ciento.
En congruencia con el ajuste en el pronósticos de crecimiento para 2015, bajó su previsión del número de puestos de trabajo afiliados al IMSS a entre 560 y 660 mil puestos de trabajo, contra su expectativa previa de entre 580 y 680 mil empleos, y para 2016 mantuvo su pronóstico de un alza de entre 600 y 700 mil puestos de trabajo.
Sobre el tipo de cambio, Carstens subrayó que hasta ahora el peso mexicano ha tenido una depreciación “sustancialmente menor” que otras monedas y este movimiento cambiario no ha tenido un efecto sobre la inflación, la cual se ubica un nivel mínimo histórico.
No obstante, aclaró, el Banxico se mantendrá vigilante al desempeño del tipo de cambio y su eventual efecto sobre la inflación y, en caso necesario, podría ajustar la tasa de interés de referencia, incluso antes de que lo haga la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos.
Carstens consideró que la reciente depreciación de la moneda china tendrá un “efecto limitado” sobre México, sobre todo en las exportaciones, aunque esto no será inmediato, y subrayó que para enfrentar acciones como la que tomó la nación asiática, es necesario redoblar el paso en materia de reformas estructurales.
Fuente: Noventa Grados
