En un reporte, la firma dijo que para el cierre del tercer trimestre ve un nivel del dólar en 16.50 pesos, superior a los 15.54 estimados anteriormente.
En el primer trimestre del 2016, el tipo de cambio ascendería a 17.25 pesos por billete verde, en lugar de los 16.50 pesos previos.
La correduría británica indicó que revisó sus estimaciones del tipo de cambio para los próximos trimestres, donde la divisa no está lejos de su valor justo y su modelo sugiere que las razones para una intervención agresiva lucen injustificadas por ahora.
Respecto al impacto de la depreciación del peso sobre la inflación, indicó que existe algunas señales de un traslado a los bienes durables, pero efectos de segunda ronda no han sido evidentes.
También consideró que una depreciación del 10 por ciento elevaría la inflación en sólo 0.30 por ciento en un horizonte de un año.
Un mayor deterioro en las perspectivas de crecimiento mundial, especialmente en China, junto con una producción de crudo en Estados Unidos, seguirán generando presiones a la baja en los precios del combustible, indicó.
Como consecuencia, y para compensar una caída en los ingresos del gobierno, un ajuste de la política fiscal limitaría la posibilidad de una agresiva política monetaria restrictiva.
También señaló que debido a que China es uno de los principales competidores de México en el sector manufacturero, y para dejar las condiciones monetarias sin cambio, el peso se debilitaría más, donde el yuan chino también se depreciaría en los próximos meses.
En relación al incremento en las tasas de interés por parte del Banco de México, en línea con la Reserva Federal, Barclays estimó que dicha acción ya está descontada por el mercado.
Mencionó que la sensibilidad de Banxico a las tasas de la Fed toma relevancia ahora que el banco central estadounidense se prepara para iniciar un ciclo restrictivo, con ello estimó que México elevaría una vez sus tasas por cada tres incrementos de la Fed.
Barclays indicó que el ciclo económico de México está menos correlacionado con el de Estados Unidos y las reacciones de política sugieren que Banxico sigue a la Fed en el alza de tasas dado la sincronización en los ciclos de negocios de ambos países.
La correduría dijo que en lugar de elevar las tasas para contrarrestar la debilidad del peso, Banxico podría decidir intervenir directamente en los mercados cambiarios y mientras Banxico posiblemente opte por contener la depreciación restringiendo su política monetaria, estimó que las condiciones para una acción drástica no están garantizadas, por tanto, existe un poco más de margen para que el peso se deprecie.
Fuente: Reforma
