En diciembre de 2013 el gobierno del Distrito Federal (GDF) y la dirección del Sistema de Transporte Colectivo (STC) asumieron una serie de compromisos para la mejora del servicio, entre ellos el retiro de los vendedores informales al interior de las estaciones y vagones.
A un año de distancia, de los dos mil 400 vendedores ambulantes que se inscribieron al programa de capacitación laboral y apoyo económico, sólo 522 concluyeron los cursos, cifra que representa el 21% del total.
De los 522 vagoneros que terminaron los cursos de capacitación laboral, sólo una decena aceptó insertarse en el mercado laboral con sueldos de hasta un salario mínimo y medio al día, mientras que el resto declinó argumentando que ganan más del doble vendiendo sus productos en el Metro.
“Dimos los talleres de joyería para las y los vagoneros invidentes en el Centro Joyero, nos ofrecían espacios para contratar a la gente y salario mínimo y medio, unos tres mil pesos (al mes); la respuesta era que estaban ganando más del doble en los trenes”, informó Salomón Chertorivski, secretario de Desarrollo Económico del DF.
Pese a las cortas cifras y a la permanencia de los vagoneros al interior del Metro, Chertorivski Woldenberg consideró que el programa de capacitación no fue un fracaso, pues “se generó una alternativa desde el gobierno” y se develó la necesidad de aumentar el salario mínimo para incentivar la formalidad laboral.
“Hay quien nos ha dicho que fracasó. Hay que ser mucho más ponderados, hubo un ejercicio importante para generar condiciones de inserción al mercado formal, hay muchísimo aprendizaje alrededor de ello”, comentó.
De los 40 millones de pesos que se pidieron para la instrumentación del programa de apoyo a vagoneros, tuvieron que regresarse 18 millones de pesos a la Secretaría de Finanzas, debido a que no todos los comerciantes informales concluyeron la capacitación laboral.
Durante los seis meses que tomaron la capacitación, el Gobierno capitalino apoyó con dos mil 18 pesos mensuales a los vagoneros inscritos.
Agencias
