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martes, 22 de julio de 2014

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Anon Hispano - 9:41 p.m.
22/07/2014 21:41:14



Simone Ishibashi



El Pogromo palestino como política de Estado



Otro,Opinión,http://fb.me/2zxjdNyKU,Traducción de un artículo escrito el 13

de julio del presente año (2014) por Simone Ishibashi:



El Pogromo palestino como política de Estado



["Pogromo": Término que designa la matanza y persecución a los judíos,

ocurridos históricamente en diversos países de Europa]



La ofensiva israelí sobre Gaza ya ha dejado más de 121 muertos y 900

heridos, dejando caer 800 toneladas de bombas. Solamente el día 11 de julio

fueron asesinados 22 niños. Aunado a eso se arrestó masivamente a 400

palestinos sin razón alguna. Simplemente por ser palestinos. Estamos frente

a un nuevo capítulo de la política genocida llevada adelante por el Estado

sionista de Israel. Ahora, el gobierno israelí, encabezado por Benjamín

Netanyahu anuncia que realizará una nueva ofensiva terrestre, evidentemente

con el beneplácito de los imperialismos norteamericano y europeo.



La Franja de Gaza y el pueblo palestino una vez más vierten su sangre sobre

las manos de la burguesía sionista. Para tratar apenas dos episodios

recientes, se puede recordar el asesinato en masa por el ataque con armas

de fósforo blanco en 2008, más allá del bloqueo económico y de ayuda

humanitaria a la Franja de Gaza en represalia a la elección de Hamas, y de

la infame construcción del muro. Ahora el Estado sionista de Israel ya

anunció una posible incursión terrestre, para la cual ya estarían

convocando a 40 mil soldados de reserva. El imperialismo norteamericano,

encabezado por Barack Obama, anuncia su disposición de "mediar" en

conflicto, es decir, pactar una salida al servicio de los intereses de su

aliado Israel.



La actual ofensiva israelí fue provocada esta vez por la muerte de tres

jóvenes israelíes, cuyo gobierno sionista responsabilizó a Hamas, sin

evidencia alguna. En represalia bombardearon la Franja de Gaza. Como si no

fuera suficiente la degradación que se expresa en la ofensiva contra la

Franja de Gaza, hay que ver más de cerca lo que indica acerca de la

sociedad israelí actual. En primer lugar, el racismo difundido por la

burguesía sionista es sorprendente, siendo uno de los pilares de este

estado ilegal, que desempeña un papel claro para proporcionar una unidad

nacional reaccionaria. Una verdadera campaña de "venganza" contra los

palestinos se propagó por el gobierno sionista.



El general israelí Ofer Vinter, que dirige la brigada de infantería Givati

en la frontera con la Franja de Gaza, escribió cartas en las que afirma

que "con la ayuda de Dios, vamos a hacer todo lo posible para cumplir con

la misión de destruir al enemigo terrorista de Gaza que habla blasfemias y

maldiciones contra el Dios de Israel". Y esa no fue solamente la expresión

de fanatismo religioso de un general aislado. Es la política del gobierno

sionista.



Como también dijo Uri Avnery, en los últimos días los representantes de

alto nivel del gobierno "salivaban por más sangre del pueblo palestino".

Danny Danon, viceministro de Defensa: "Si un niño ruso hubiera sido

secuestrado, Putin habría aplastado aldea por aldea". Uri Bank, el ex

secretario de Uri Ariel, Ministro de Vivienda y constructor de los

asentamientos: "Este es el momento adecuado (...) Exigimos el

desmantelamiento de la Autoridad Palestina, la anexión de Judea y Samaria

(Cisjordania), y la ejecución de todos los presos que fueron condenados por

asesinato y el exilio de los familiares de los terroristas". Benjamín

Netanyahu, el primer ministro de Israel, dijo sobre el pueblo

palestino: "Ellos no son como nosotros. Nosotros santificamos la vida,

ellos consagran la muerte". "Ellos no son como nosotros" es el lema que

cualquier persona que mínimamente sepa un poco de historia sabe que se usó

como justificación de las acciones nazi-fascistas.



Como resultado de esta campaña, un adolescente palestino fue quemado vivo.

Pero esto no fue suficiente para evitar que la mezcla de fanatismo

religioso y el reclamo de "castigo colectivo" hicieran eco rápidamente a

través de las redes sociales. Una página de Facebook titulada "El pueblo de

Israel exige venganza" llegó a tener más de 35.000 'me gusta'; según los

informes, las manifestaciones de la "caza de árabes" reunieron a cientos de

personas en las calles. Y es imposible olvidar las escenas terroríficas de

israelíes sentados en sillas de playa en la calle, viendo el bombardeo de

Gaza por la noche, y vitoreando cada explosión, en lo que se conoció

como "cine de Sderot", mientras que imágenes de niños mutilados por las

bombas israelíes infestan los medios de comunicación. El macabro "cine de

Sderot" expresa la ideología beligerante y racista, que se remonta a las

raíces mismas de la formación del estado de Israel, y ha alcanzado niveles

sin precedentes de derechización, y ahora promueve un pogromo contra los

árabes como política de Estado.



Breves antecedentes de un Estado ilegítimo



Este es el resultado de la existencia de un Estado ilegítimo, Israel,

fundado con el despojo del pueblo palestino, y cuya violencia ejercida

contra ellos es una consecuencia lógica de sus premisas. La mentira

propagada de que Palestina era una tierra sin pueblo para un pueblo sin

tierra, la legitimación de la votación en la ONU en la creación de este

enclave imperialista llamado Israel en el Medio Oriente hace exactamente 65

años, es desenmascarada todos los días hasta hoy, cada vez que un informe

de las condiciones infrahumanas en las que viven los palestinos sale a la

luz, cada vez que una incursión sionista es hecha sobre la Franja de Gaza,

cada vez que se publican fotos de niños palestinos lanzando piedras a los

tanques israelíes.



Antes de la creación del Estado de Israel, los sionistas financiados por el

imperialismo británico y luego por los EE.UU., habían utilizado varias

medidas para fomentar la migración judía al territorio palestino,

incluyendo enormes facilidades económicas. La administración británica en

Palestina hizo que los pueblos palestinos fueran cortados por la mitad por

un número cada vez mayor de propiedades judías, mientras que se formaron

grupos paramilitares de sionistas que se dedicaban a aterrorizar a los

campesinos palestinos protagonizando diversos crímenes, como la masacre de

Kibiya en 1936, la de Deir Yassin en 1948, etc.



Estas bandas estaban al mando de Ariel Sharon y Menachem Begin, formando

las bases del estado sionista y sus partidos políticos actuales. Un ejemplo

es Zeev Jabotinksy, principal ideólogo de la derecha sionista, del

movimiento revisionista histórico y más tarde el padre ideológico del

Likud, que nunca ocultó su admiración por Mussolini, de quien había sido

amigo y a quien el dictador llamó un "ciudadano fascista". En una de sus

declaraciones más famosas, dijo: "¿Qué queremos? Queremos un imperio judío,

igual a Italia".



Por lo tanto, el Estado sionista se formó sobre la base de la ocupación

colonial, a partir de la escalada de represión y expulsión de los

palestinos. Utilizando el horror generado por la política de exterminio de

los judíos en la Segunda Guerra Mundial, el imperialismo creó en el Medio

Oriente el enclave que hoy conocemos como Israel. De esa forma, el

imperialismo resuelve la aspiración judía "a su manera": la de una minoría

oprimida que se transformó en una mayoría opresora, responsable de la

expropiación de tierras palestinas, decenas de miles de presos políticos,

millones de palestinos exiliados. Forjó un Estado teocrático y racista en

contra de todos aquellos que no profesan la religión judía, fundado en la

negación al derecho democrático elemental de los palestinos a constituirse

como pueblo. Israel es un estado de ciudadanos-soldados que se derechiza

cada vez más, apoyados por el imperialismo de EE.UU., y que sobrevive en un

régimen de apartheid, en el que el 20% de la población compuesta por

árabe-israelíes ni siquiera tienen los mismos derechos procesales que los

Judíos israelíes. Un estado que está en constante expansión y pretende

ocupar toda Cisjordania.



Estos antecedentes son útiles cuando estamos delante de una ofensiva

criminal, para que recordemos que las demandas de los pueblos oprimidos no

pueden encontrar una respuesta progresiva de las manos del imperialismo y

la burguesía. Por lo tanto, nunca habrá paz mientras el Estado sionista

siga existiendo. Tanto es así, que ante la escalada reaccionaria antiárabe

que está dando hoy, un sector de la juventud israelí está dando el ejemplo,

negándose a servir en el ejército de Israel, estando dispuestos inclusive a

enfrentar la cárcel. Es imperativo que esta valiente juventud se alíe a los

trabajadores y al pueblo palestino, en defensa del derecho legítimo al

retorno de todos los refugiados palestinos, en la perspectiva de una

Palestina laica, socialista y no racista.



Otro,Opinión,http://fb.me/2zxjdNyKU,Traducción de un artículo escrito el 13

de julio del presente año (2014) por Simone Ishibashi:



El Pogromo palestino como política de Estado



["Pogromo": Término que designa la matanza y persecución a los judíos,

ocurridos históricamente en diversos países de Europa]



La ofensiva israelí sobre Gaza ya ha dejado más de 121 muertos y 900

heridos, dejando caer 800 toneladas de bombas. Solamente el día 11 de julio

fueron asesinados 22 niños. Aunado a eso se arrestó masivamente a 400

palestinos sin razón alguna. Simplemente por ser palestinos. Estamos frente

a un nuevo capítulo de la política genocida llevada adelante por el Estado

sionista de Israel. Ahora, el gobierno israelí, encabezado por Benjamín

Netanyahu anuncia que realizará una nueva ofensiva terrestre, evidentemente

con el beneplácito de los imperialismos norteamericano y europeo.



La Franja de Gaza y el pueblo palestino una vez más vierten su sangre sobre

las manos de la burguesía sionista. Para tratar apenas dos episodios

recientes, se puede recordar el asesinato en masa por el ataque con armas

de fósforo blanco en 2008, más allá del bloqueo económico y de ayuda

humanitaria a la Franja de Gaza en represalia a la elección de Hamas, y de

la infame construcción del muro. Ahora el Estado sionista de Israel ya

anunció una posible incursión terrestre, para la cual ya estarían

convocando a 40 mil soldados de reserva. El imperialismo norteamericano,

encabezado por Barack Obama, anuncia su disposición de "mediar" en

conflicto, es decir, pactar una salida al servicio de los intereses de su

aliado Israel.



La actual ofensiva israelí fue provocada esta vez por la muerte de tres

jóvenes israelíes, cuyo gobierno sionista responsabilizó a Hamas, sin

evidencia alguna. En represalia bombardearon la Franja de Gaza. Como si no

fuera suficiente la degradación que se expresa en la ofensiva contra la

Franja de Gaza, hay que ver más de cerca lo que indica acerca de la

sociedad israelí actual. En primer lugar, el racismo difundido por la

burguesía sionista es sorprendente, siendo uno de los pilares de este

estado ilegal, que desempeña un papel claro para proporcionar una unidad

nacional reaccionaria. Una verdadera campaña de "venganza" contra los

palestinos se propagó por el gobierno sionista.



El general israelí Ofer Vinter, que dirige la brigada de infantería Givati

en la frontera con la Franja de Gaza, escribió cartas en las que afirma

que "con la ayuda de Dios, vamos a hacer todo lo posible para cumplir con

la misión de destruir al enemigo terrorista de Gaza que habla blasfemias y

maldiciones contra el Dios de Israel". Y esa no fue solamente la expresión

de fanatismo religioso de un general aislado. Es la política del gobierno

sionista.



Como también dijo Uri Avnery, en los últimos días los representantes de

alto nivel del gobierno "salivaban por más sangre del pueblo palestino".

Danny Danon, viceministro de Defensa: "Si un niño ruso hubiera sido

secuestrado, Putin habría aplastado aldea por aldea". Uri Bank, el ex

secretario de Uri Ariel, Ministro de Vivienda y constructor de los

asentamientos: "Este es el momento adecuado (...) Exigimos el

desmantelamiento de la Autoridad Palestina, la anexión de Judea y Samaria

(Cisjordania), y la ejecución de todos los presos que fueron condenados por

asesinato y el exilio de los familiares de los terroristas". Benjamín

Netanyahu, el primer ministro de Israel, dijo sobre el pueblo

palestino: "Ellos no son como nosotros. Nosotros santificamos la vida,

ellos consagran la muerte". "Ellos no son como nosotros" es el lema que

cualquier persona que mínimamente sepa un poco de historia sabe que se usó

como justificación de las acciones nazi-fascistas.



Como resultado de esta campaña, un adolescente palestino fue quemado vivo.

Pero esto no fue suficiente para evitar que la mezcla de fanatismo

religioso y el reclamo de "castigo colectivo" hicieran eco rápidamente a

través de las redes sociales. Una página de Facebook titulada "El pueblo de

Israel exige venganza" llegó a tener más de 35.000 'me gusta'; según los

informes, las manifestaciones de la "caza de árabes" reunieron a cientos de

personas en las calles. Y es imposible olvidar las escenas terroríficas de

israelíes sentados en sillas de playa en la calle, viendo el bombardeo de

Gaza por la noche, y vitoreando cada explosión, en lo que se conoció

como "cine de Sderot", mientras que imágenes de niños mutilados por las

bombas israelíes infestan los medios de comunicación. El macabro "cine de

Sderot" expresa la ideología beligerante y racista, que se remonta a las

raíces mismas de la formación del estado de Israel, y ha alcanzado niveles

sin precedentes de derechización, y ahora promueve un pogromo contra los

árabes como política de Estado.



Breves antecedentes de un Estado ilegítimo



Este es el resultado de la existencia de un Estado ilegítimo, Israel,

fundado con el despojo del pueblo palestino, y cuya violencia ejercida

contra ellos es una consecuencia lógica de sus premisas. La mentira

propagada de que Palestina era una tierra sin pueblo para un pueblo sin

tierra, la legitimación de la votación en la ONU en la creación de este

enclave imperialista llamado Israel en el Medio Oriente hace exactamente 65

años, es desenmascarada todos los días hasta hoy, cada vez que un informe

de las condiciones infrahumanas en las que viven los palestinos sale a la

luz, cada vez que una incursión sionista es hecha sobre la Franja de Gaza,

cada vez que se publican fotos de niños palestinos lanzando piedras a los

tanques israelíes.



Antes de la creación del Estado de Israel, los sionistas financiados por el

imperialismo británico y luego por los EE.UU., habían utilizado varias

medidas para fomentar la migración judía al territorio palestino,

incluyendo enormes facilidades económicas. La administración británica en

Palestina hizo que los pueblos palestinos fueran cortados por la mitad por

un número cada vez mayor de propiedades judías, mientras que se formaron

grupos paramilitares de sionistas que se dedicaban a aterrorizar a los

campesinos palestinos protagonizando diversos crímenes, como la masacre de

Kibiya en 1936, la de Deir Yassin en 1948, etc.



Estas bandas estaban al mando de Ariel Sharon y Menachem Begin, formando

las bases del estado sionista y sus partidos políticos actuales. Un ejemplo

es Zeev Jabotinksy, principal ideólogo de la derecha sionista, del

movimiento revisionista histórico y más tarde el padre ideológico del

Likud, que nunca ocultó su admiración por Mussolini, de quien había sido

amigo y a quien el dictador llamó un "ciudadano fascista". En una de sus

declaraciones más famosas, dijo: "¿Qué queremos? Queremos un imperio judío,

igual a Italia".



Por lo tanto, el Estado sionista se formó sobre la base de la ocupación

colonial, a partir de la escalada de represión y expulsión de los

palestinos. Utilizando el horror generado por la política de exterminio de

los judíos en la Segunda Guerra Mundial, el imperialismo creó en el Medio

Oriente el enclave que hoy conocemos como Israel. De esa forma, el

imperialismo resuelve la aspiración judía "a su manera": la de una minoría

oprimida que se transformó en una mayoría opresora, responsable de la

expropiación de tierras palestinas, decenas de miles de presos políticos,

millones de palestinos exiliados. Forjó un Estado teocrático y racista en

contra de todos aquellos que no profesan la religión judía, fundado en la

negación al derecho democrático elemental de los palestinos a constituirse

como pueblo. Israel es un estado de ciudadanos-soldados que se derechiza

cada vez más, apoyados por el imperialismo de EE.UU., y que sobrevive en un

régimen de apartheid, en el que el 20% de la población compuesta por

árabe-israelíes ni siquiera tienen los mismos derechos procesales que los

Judíos israelíes. Un estado que está en constante expansión y pretende

ocupar toda Cisjordania.



Estos antecedentes son útiles cuando estamos delante de una ofensiva

criminal, para que recordemos que las demandas de los pueblos oprimidos no

pueden encontrar una respuesta progresiva de las manos del imperialismo y

la burguesía. Por lo tanto, nunca habrá paz mientras el Estado sionista

siga existiendo. Tanto es así, que ante la escalada reaccionaria antiárabe

que está dando hoy, un sector de la juventud israelí está dando el ejemplo,

negándose a servir en el ejército de Israel, estando dispuestos inclusive a

enfrentar la cárcel. Es imperativo que esta valiente juventud se alíe a los

trabajadores y al pueblo palestino, en defensa del derecho legítimo al

retorno de todos los refugiados palestinos, en la perspectiva de una

Palestina laica, socialista y no racista.



Otro,Opinión,http://fb.me/2zxjdNyKU,Traducción de un artículo escrito el 13

de julio del presente año (2014) por Simone Ishibashi:



El Pogromo palestino como política de Estado



["Pogromo": Término que designa la matanza y persecución a los judíos,

ocurridos históricamente en diversos países de Europa]



La ofensiva israelí sobre Gaza ya ha dejado más de 121 muertos y 900

heridos, dejando caer 800 toneladas de bombas. Solamente el día 11 de julio

fueron asesinados 22 niños. Aunado a eso se arrestó masivamente a 400

palestinos sin razón alguna. Simplemente por ser palestinos. Estamos frente

a un nuevo capítulo de la política genocida llevada adelante por el Estado

sionista de Israel. Ahora, el gobierno israelí, encabezado por Benjamín

Netanyahu anuncia que realizará una nueva ofensiva terrestre, evidentemente

con el beneplácito de los imperialismos norteamericano y europeo.



La Franja de Gaza y el pueblo palestino una vez más vierten su sangre sobre

las manos de la burguesía sionista. Para tratar apenas dos episodios

recientes, se puede recordar el asesinato en masa por el ataque con armas

de fósforo blanco en 2008, más allá del bloqueo económico y de ayuda

humanitaria a la Franja de Gaza en represalia a la elección de Hamas, y de

la infame construcción del muro. Ahora el Estado sionista de Israel ya

anunció una posible incursión terrestre, para la cual ya estarían

convocando a 40 mil soldados de reserva. El imperialismo norteamericano,

encabezado por Barack Obama, anuncia su disposición de "mediar" en

conflicto, es decir, pactar una salida al servicio de los intereses de su

aliado Israel.



La actual ofensiva israelí fue provocada esta vez por la muerte de tres

jóvenes israelíes, cuyo gobierno sionista responsabilizó a Hamas, sin

evidencia alguna. En represalia bombardearon la Franja de Gaza. Como si no

fuera suficiente la degradación que se expresa en la ofensiva contra la

Franja de Gaza, hay que ver más de cerca lo que indica acerca de la

sociedad israelí actual. En primer lugar, el racismo difundido por la

burguesía sionista es sorprendente, siendo uno de los pilares de este

estado ilegal, que desempeña un papel claro para proporcionar una unidad

nacional reaccionaria. Una verdadera campaña de "venganza" contra los

palestinos se propagó por el gobierno sionista.



El general israelí Ofer Vinter, que dirige la brigada de infantería Givati

en la frontera con la Franja de Gaza, escribió cartas en las que afirma

que "con la ayuda de Dios, vamos a hacer todo lo posible para cumplir con

la misión de destruir al enemigo terrorista de Gaza que habla blasfemias y

maldiciones contra el Dios de Israel". Y esa no fue solamente la expresión

de fanatismo religioso de un general aislado. Es la política del gobierno

sionista.



Como también dijo Uri Avnery, en los últimos días los representantes de

alto nivel del gobierno "salivaban por más sangre del pueblo palestino".

Danny Danon, viceministro de Defensa: "Si un niño ruso hubiera sido

secuestrado, Putin habría aplastado aldea por aldea". Uri Bank, el ex

secretario de Uri Ariel, Ministro de Vivienda y constructor de los

asentamientos: "Este es el momento adecuado (...) Exigimos el

desmantelamiento de la Autoridad Palestina, la anexión de Judea y Samaria

(Cisjordania), y la ejecución de todos los presos que fueron condenados por

asesinato y el exilio de los familiares de los terroristas". Benjamín

Netanyahu, el primer ministro de Israel, dijo sobre el pueblo

palestino: "Ellos no son como nosotros. Nosotros santificamos la vida,

ellos consagran la muerte". "Ellos no son como nosotros" es el lema que

cualquier persona que mínimamente sepa un poco de historia sabe que se usó

como justificación de las acciones nazi-fascistas.



Como resultado de esta campaña, un adolescente palestino fue quemado vivo.

Pero esto no fue suficiente para evitar que la mezcla de fanatismo

religioso y el reclamo de "castigo colectivo" hicieran eco rápidamente a

través de las redes sociales. Una página de Facebook titulada "El pueblo de

Israel exige venganza" llegó a tener más de 35.000 'me gusta'; según los

informes, las manifestaciones de la "caza de árabes" reunieron a cientos de

personas en las calles. Y es imposible olvidar las escenas terroríficas de

israelíes sentados en sillas de playa en la calle, viendo el bombardeo de

Gaza por la noche, y vitoreando cada explosión, en lo que se conoció

como "cine de Sderot", mientras que imágenes de niños mutilados por las

bombas israelíes infestan los medios de comunicación. El macabro "cine de

Sderot" expresa la ideología beligerante y racista, que se remonta a las

raíces mismas de la formación del estado de Israel, y ha alcanzado niveles

sin precedentes de derechización, y ahora promueve un pogromo contra los

árabes como política de Estado.



Breves antecedentes de un Estado ilegítimo



Este es el resultado de la existencia de un Estado ilegítimo, Israel,

fundado con el despojo del pueblo palestino, y cuya violencia ejercida

contra ellos es una consecuencia lógica de sus premisas. La mentira

propagada de que Palestina era una tierra sin pueblo para un pueblo sin

tierra, la legitimación de la votación en la ONU en la creación de este

enclave imperialista llamado Israel en el Medio Oriente hace exactamente 65

años, es desenmascarada todos los días hasta hoy, cada vez que un informe

de las condiciones infrahumanas en las que viven los palestinos sale a la

luz, cada vez que una incursión sionista es hecha sobre la Franja de Gaza,

cada vez que se publican fotos de niños palestinos lanzando piedras a los

tanques israelíes.



Antes de la creación del Estado de Israel, los sionistas financiados por el

imperialismo británico y luego por los EE.UU., habían utilizado varias

medidas para fomentar la migración judía al territorio palestino,

incluyendo enormes facilidades económicas. La administración británica en

Palestina hizo que los pueblos palestinos fueran cortados por la mitad por

un número cada vez mayor de propiedades judías, mientras que se formaron

grupos paramilitares de sionistas que se dedicaban a aterrorizar a los

campesinos palestinos protagonizando diversos crímenes, como la masacre de

Kibiya en 1936, la de Deir Yassin en 1948, etc.



Estas bandas estaban al mando de Ariel Sharon y Menachem Begin, formando

las bases del estado sionista y sus partidos políticos actuales. Un ejemplo

es Zeev Jabotinksy, principal ideólogo de la derecha sionista, del

movimiento revisionista histórico y más tarde el padre ideológico del

Likud, que nunca ocultó su admiración por Mussolini, de quien había sido

amigo y a quien el dictador llamó un "ciudadano fascista". En una de sus

declaraciones más famosas, dijo: "¿Qué queremos? Queremos un imperio judío,

igual a Italia".



Por lo tanto, el Estado sionista se formó sobre la base de la ocupación

colonial, a partir de la escalada de represión y expulsión de los

palestinos. Utilizando el horror generado por la política de exterminio de

los judíos en la Segunda Guerra Mundial, el imperialismo creó en el Medio

Oriente el enclave que hoy conocemos como Israel. De esa forma, el

imperialismo resuelve la aspiración judía "a su manera": la de una minoría

oprimida que se transformó en una mayoría opresora, responsable de la

expropiación de tierras palestinas, decenas de miles de presos políticos,

millones de palestinos exiliados. Forjó un Estado teocrático y racista en

contra de todos aquellos que no profesan la religión judía, fundado en la

negación al derecho democrático elemental de los palestinos a constituirse

como pueblo. Israel es un estado de ciudadanos-soldados que se derechiza

cada vez más, apoyados por el imperialismo de EE.UU., y que sobrevive en un

régimen de apartheid, en el que el 20% de la población compuesta por

árabe-israelíes ni siquiera tienen los mismos derechos procesales que los

Judíos israelíes. Un estado que está en constante expansión y pretende

ocupar toda Cisjordania.



Estos antecedentes son útiles cuando estamos delante de una ofensiva

criminal, para que recordemos que las demandas de los pueblos oprimidos no

pueden encontrar una respuesta progresiva de las manos del imperialismo y

la burguesía. Por lo tanto, nunca habrá paz mientras el Estado sionista

siga existiendo. Tanto es así, que ante la escalada reaccionaria antiárabe

que está dando hoy, un sector de la juventud israelí está dando el ejemplo,

negándose a servir en el ejército de Israel, estando dispuestos inclusive a

enfrentar la cárcel. Es imperativo que esta valiente juventud se alíe a los

trabajadores y al pueblo palestino, en defensa del derecho legítimo al

retorno de todos los refugiados palestinos, en la perspectiva de una

Palestina laica, socialista y no racista.



Otro,Opinión,http://fb.me/2zxjdNyKU,Traducción de un artículo escrito el 13

de julio del presente año (2014) por Simone Ishibashi:



El Pogromo palestino como política de Estado



["Pogromo": Término que designa la matanza y persecución a los judíos,

ocurridos históricamente en diversos países de Europa]



La ofensiva israelí sobre Gaza ya ha dejado más de 121 muertos y 900

heridos, dejando caer 800 toneladas de bombas. Solamente el día 11 de julio

fueron asesinados 22 niños. Aunado a eso se arrestó masivamente a 400

palestinos sin razón alguna. Simplemente por ser palestinos. Estamos frente

a un nuevo capítulo de la política genocida llevada adelante por el Estado

sionista de Israel. Ahora, el gobierno israelí, encabezado por Benjamín

Netanyahu anuncia que realizará una nueva ofensiva terrestre, evidentemente

con el beneplácito de los imperialismos norteamericano y europeo.



La Franja de Gaza y el pueblo palestino una vez más vierten su sangre sobre

las manos de la burguesía sionista. Para tratar apenas dos episodios

recientes, se puede recordar el asesinato en masa por el ataque con armas

de fósforo blanco en 2008, más allá del bloqueo económico y de ayuda

humanitaria a la Franja de Gaza en represalia a la elección de Hamas, y de

la infame construcción del muro. Ahora el Estado sionista de Israel ya

anunció una posible incursión terrestre, para la cual ya estarían

convocando a 40 mil soldados de reserva. El imperialismo norteamericano,

encabezado por Barack Obama, anuncia su disposición de "mediar" en

conflicto, es decir, pactar una salida al servicio de los intereses de su

aliado Israel.



La actual ofensiva israelí fue provocada esta vez por la muerte de tres

jóvenes israelíes, cuyo gobierno sionista responsabilizó a Hamas, sin

evidencia alguna. En represalia bombardearon la Franja de Gaza. Como si no

fuera suficiente la degradación que se expresa en la ofensiva contra la

Franja de Gaza, hay que ver más de cerca lo que indica acerca de la

sociedad israelí actual. En primer lugar, el racismo difundido por la

burguesía sionista es sorprendente, siendo uno de los pilares de este

estado ilegal, que desempeña un papel claro para proporcionar una unidad

nacional reaccionaria. Una verdadera campaña de "venganza" contra los

palestinos se propagó por el gobierno sionista.



El general israelí Ofer Vinter, que dirige la brigada de infantería Givati

en la frontera con la Franja de Gaza, escribió cartas en las que afirma

que "con la ayuda de Dios, vamos a hacer todo lo posible para cumplir con

la misión de destruir al enemigo terrorista de Gaza que habla blasfemias y

maldiciones contra el Dios de Israel". Y esa no fue solamente la expresión

de fanatismo religioso de un general aislado. Es la política del gobierno

sionista.



Como también dijo Uri Avnery, en los últimos días los representantes de

alto nivel del gobierno "salivaban por más sangre del pueblo palestino".

Danny Danon, viceministro de Defensa: "Si un niño ruso hubiera sido

secuestrado, Putin habría aplastado aldea por aldea". Uri Bank, el ex

secretario de Uri Ariel, Ministro de Vivienda y constructor de los

asentamientos: "Este es el momento adecuado (...) Exigimos el

desmantelamiento de la Autoridad Palestina, la anexión de Judea y Samaria

(Cisjordania), y la ejecución de todos los presos que fueron condenados por

asesinato y el exilio de los familiares de los terroristas". Benjamín

Netanyahu, el primer ministro de Israel, dijo sobre el pueblo

palestino: "Ellos no son como nosotros. Nosotros santificamos la vida,

ellos consagran la muerte". "Ellos no son como nosotros" es el lema que

cualquier persona que mínimamente sepa un poco de historia sabe que se usó

como justificación de las acciones nazi-fascistas.



Como resultado de esta campaña, un adolescente palestino fue quemado vivo.

Pero esto no fue suficiente para evitar que la mezcla de fanatismo

religioso y el reclamo de "castigo colectivo" hicieran eco rápidamente a

través de las redes sociales. Una página de Facebook titulada "El pueblo de

Israel exige venganza" llegó a tener más de 35.000 'me gusta'; según los

informes, las manifestaciones de la "caza de árabes" reunieron a cientos de

personas en las calles. Y es imposible olvidar las escenas terroríficas de

israelíes sentados en sillas de playa en la calle, viendo el bombardeo de

Gaza por la noche, y vitoreando cada explosión, en lo que se conoció

como "cine de Sderot", mientras que imágenes de niños mutilados por las

bombas israelíes infestan los medios de comunicación. El macabro "cine de

Sderot" expresa la ideología beligerante y racista, que se remonta a las

raíces mismas de la formación del estado de Israel, y ha alcanzado niveles

sin precedentes de derechización, y ahora promueve un pogromo contra los

árabes como política de Estado.



Breves antecedentes de un Estado ilegítimo



Este es el resultado de la existencia de un Estado ilegítimo, Israel,

fundado con el despojo del pueblo palestino, y cuya violencia ejercida

contra ellos es una consecuencia lógica de sus premisas. La mentira

propagada de que Palestina era una tierra sin pueblo para un pueblo sin

tierra, la legitimación de la votación en la ONU en la creación de este

enclave imperialista llamado Israel en el Medio Oriente hace exactamente 65

años, es desenmascarada todos los días hasta hoy, cada vez que un informe

de las condiciones infrahumanas en las que viven los palestinos sale a la

luz, cada vez que una incursión sionista es hecha sobre la Franja de Gaza,

cada vez que se publican fotos de niños palestinos lanzando piedras a los

tanques israelíes.



Antes de la creación del Estado de Israel, los sionistas financiados por el

imperialismo británico y luego por los EE.UU., habían utilizado varias

medidas para fomentar la migración judía al territorio palestino,

incluyendo enormes facilidades económicas. La administración británica en

Palestina hizo que los pueblos palestinos fueran cortados por la mitad por

un número cada vez mayor de propiedades judías, mientras que se formaron

grupos paramilitares de sionistas que se dedicaban a aterrorizar a los

campesinos palestinos protagonizando diversos crímenes, como la masacre de

Kibiya en 1936, la de Deir Yassin en 1948, etc.



Estas bandas estaban al mando de Ariel Sharon y Menachem Begin, formando

las bases del estado sionista y sus partidos políticos actuales. Un ejemplo

es Zeev Jabotinksy, principal ideólogo de la derecha sionista, del

movimiento revisionista histórico y más tarde el padre ideológico del

Likud, que nunca ocultó su admiración por Mussolini, de quien había sido

amigo y a quien el dictador llamó un "ciudadano fascista". En una de sus

declaraciones más famosas, dijo: "¿Qué queremos? Queremos un imperio judío,

igual a Italia".



Por lo tanto, el Estado sionista se formó sobre la base de la ocupación

colonial, a partir de la escalada de represión y expulsión de los

palestinos. Utilizando el horror generado por la política de exterminio de

los judíos en la Segunda Guerra Mundial, el imperialismo creó en el Medio

Oriente el enclave que hoy conocemos como Israel. De esa forma, el

imperialismo resuelve la aspiración judía "a su manera": la de una minoría

oprimida que se transformó en una mayoría opresora, responsable de la

expropiación de tierras palestinas, decenas de miles de presos políticos,

millones de palestinos exiliados. Forjó un Estado teocrático y racista en

contra de todos aquellos que no profesan la religión judía, fundado en la

negación al derecho democrático elemental de los palestinos a constituirse

como pueblo. Israel es un estado de ciudadanos-soldados que se derechiza

cada vez más, apoyados por el imperialismo de EE.UU., y que sobrevive en un

régimen de apartheid, en el que el 20% de la población compuesta por

árabe-israelíes ni siquiera tienen los mismos derechos procesales que los

Judíos israelíes. Un estado que está en constante expansión y pretende

ocupar toda Cisjordania.



Estos antecedentes son útiles cuando estamos delante de una ofensiva

criminal, para que recordemos que las demandas de los pueblos oprimidos no

pueden encontrar una respuesta progresiva de las manos del imperialismo y

la burguesía. Por lo tanto, nunca habrá paz mientras el Estado sionista

siga existiendo. Tanto es así, que ante la escalada reaccionaria antiárabe

que está dando hoy, un sector de la juventud israelí está dando el ejemplo,

negándose a servir en el ejército de Israel, estando dispuestos inclusive a

enfrentar la cárcel. Es imperativo que esta valiente juventud se alíe a los

trabajadores y al pueblo palestino, en defensa del derecho legítimo al

retorno de todos los refugiados palestinos, en la perspectiva de una

Palestina laica, socialista y no racista.



Blanco
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