- Acusan a las autoridades de Puebla de impedir identificación y de hacer estudios sin permiso
- Tampoco se dio a conocer el parte médico y se ignora quién ordenó desconectarlo
- El gobierno estatal niega tener municiones de ese tipo
- Descartan que la herida fuera causada por un cohetón
A las 21 horas de este domingo, familiares del niño José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo, asesinado de un disparo de bala de goma en la cabeza durante una reyerta entre pobladores de la comunidad de San Bernardino Chalchihuapan y la policía de Puebla, recibieron el cuerpo del menor, después de un intercambio de acusaciones con el gobierno del estado sobre la necropsia, la cual no autorizaron, y una presunta dilación en la entrega.
En compañía de la diputada federal perredista Roxana Luna Porquillo y un equipo de abogados, informaron que no se les entregó el parte médico del niño e ignoran quién autorizó que lo desconectaran, luego que el pasado sábado se le diagnosticó muerte cerebral.
El gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas respondió en un escueto comunicado que sí entregó el cuerpo de José Luis Alberto Tihuatlie Tamayo, quien –según se supo después a través de los medios de comunicación– falleció de un paro respiratorio.
El comunicado fue enviado alrededor de las 18 horas de este domingo, cuando la madre del niño, Elia Tamayo Montes, aún no se había trasladado al edificio del Servicio Médico Forense (Semefo).
Luna Porquillo denunció que el gobierno del estado negó la entrega del cuerpo a sus familiares. Los abogados no descartaron que se intentara cambiar el dictamen de la necropsia para deslindar a las autoridades y negar que el menor murió por el impacto de la bala de goma.
Elia Tamayo Montes, madre del menor, exigió estar presente en la necropsia de su hijo; sin embargo, fue la última en enterarse de que esta intervención ya había sido ejecutada.
Tamayo Montes demandó justicia y responsabilizó al gobernador Rafael Moreno Valle de la muerte de su hijo. Me siento muerta por dentro, y pido al gobierno que deje de torturar a mi pueblo, dijo entre sollozos.
El sábado, Elia Tamayo presentó un amparo por derecho a la vida para que su hijo, de 13 años, no fuera desconectado del respirador artificial que lo mantuvo con vida en el Hospital General del Sur.
En las oficinas de la Procuraduría General de Justicia del Estado, la diputada perredista anunció que se suspendió la marcha hacia la ciudad de México y, en su lugar, llamó a una concentración masiva en San Bernardino Chalchihuapan para este lunes en protesta por la represión del gobierno estatal.
La Secretaría de Seguridad Pública del estado, a cargo de Facundo Rosas Rosas –quien fue secretario de Seguridad Pública federal durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa y coordinó el desalojo policiaco de estudiantes de la escuela normal rural de Ayotzinapa en Guerrero, cuando dos estudiantes perecieron–, reiteró: Desde las tres de la tarde está el cuerpo de Luis Alberto Tehuatlie a disposición de la familia, una vez practicada la necropsia de ley con la presencia de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
El sábado por la mañana, el gobierno del estado de Puebla intentó deslindarse de la muerte del menor, al exhibir el oficio SSP/06/09368/2014 de la Secretaría de la Defensa Nacional, según el cual desde que comenzó el gobierno de Moreno Valle no se han adquirido balas de goma.
Por su parte, el neurólogo Luis Felipe Loria Rosado, enviado por el Senado a revisar a José Luis Alberto Tehuatlie el sábado pasado, descartó que la herida del menor haya sido causada por un cohetón, como acusó el gobierno de Puebla.
No tiene huella de quemada en el rededor de la cicatriz, dijo el especialista, quien acudió al Hospital General del Sur por gestiones de Manuel Bartlett Díaz, senador del Partido del Trabajo. El médico intervino luego que la Secretaría de Salud estatal confirmó la muerte cerebral del menor.
Con información de La Jornada