En la ciudad de Vera Cruz, en el estado brasileño de Rio Grande do Sul, una pareja encontró a este perro enterrado vivo con la cabeza asomando del suelo y avisaron a los bomberos que rescataron al pobre animal.
El perro, de aproximadamente ocho años, había perdido la visión, tenía una pata rota y presentaba cortes en la cabeza. Una vez se recupere el perro será adoptado.