En 1926, el paleontólogo Roy Chapman habló por primera vez de ellos a los occidentales, pero su existencia era tratada más como una historia de las tribus de mongolia que como algo que pudiera existir. Según las historias podía verse durante el verano y se escondía para dormir en invierno, y además mataba a animales y humanos en cuestión de segundos.
El monstruo del desierto
La razón por la que esta criatura es mortal es que lanza un ácido por su boca, nocivo para cualquier ser vivo. Además se dice que lanza descargas eléctricas a distancia, matando a sus enemigos. Pero su componente más mortífero es su propia piel, la cual mata al simple contacto durante unos segundos.
Si llueve sale para sentir la Tierra mojada, así que es más fácil verlo durante estas circunstancias. Por las descripciones podría tratarse de una anguila eléctrica, debido al parecido y la descripción de las descargas a distancia. Estos animales salen a la superficie a respirar cada 10 minutos, lo que las hace candidatas a tener parientes en tierra. También explica el porqué les gusta la tierra mojada.
También podría tratarse de una serpiente escupidora, la cual puede lanzar su veneno en los ojos de la víctima en una distancia de hasta 3 metros. También hay serpientes de color rojo, y tienen forma parecida a un gusano, por lo que podría cuadrar en las historias tradicionales de Mongolia.
Las teorías espirituales y mágicas
Pero no todo tiene que ver con teorías relacionadas a animales existentes, sino que también se dice que estos seres están guardando un conocimiento ancestral en el desierto. Según las historias, el desierto de Gobi era una tierra fértil, donde se asentaron algunas personas, y allí hubo agua, hasta que se secó por completo. Esta criatura podría estar cuidando este lugar de los posibles intrusos, o también se lo ha relacionado como cuidador de la tumba de Gengis Khan.
Al día de hoy nunca se ha visto un gusano de la muerte, y el único posible acercamiento fue de un científico ruso que encontró un espécimen muerto pero se ha perdido y por tanto no puede considerarse verdadero. Sin dudas, es un animal misterioso, porque la mayoría de los mongoles creen en su existencia, lo que hace aún más complicado negar rotundamente la historia.