Los precios, varían y hay desde hamsters, patos comunes, hasta guacayamas, tucanes y cachorros de grandes felinos que pueden llegar a costar hasta 65 mil pesos, en el caso del tigre.
Serpientes, varanos de Sabana y del Nilo, leones, tigres, panteras, ranas, aves, cocodrilos y muchos otros ejemplares son ofrecidos por este par de jóvenes, quienes encontraron la oportunidad de traer a Chihuahua el comercio de animales exóticos.
Juan Carlos, explica que las aves, como tucanes, guacamayas, cacatúas y loros parlantes, provienen de criaderos extranjeros como de Colombia y Argentina, entre otros países, puesto que en México no se crían.
Los animales se trasladan vía aérea y se tramitan todos los documentos y permisos necesarios ante la Semarnat, explica el joven, quien confiesa que mucha gente teme que el vender estos animales sea ilegal, por lo que invitó a las personas interesadas a que conozcan su local, puesto que se encuentra perfectamente en regla.
“Todo viene con aprovechamiento avalado por Semarnat, lo que viene de otros países viene con pedimento”. Explica que en los tres meses que la empresa tiene de haberse formado, ya se han vendido dos cachorros de grandes felinos: un tigre, que puede costar hasta 65 mil pesos y un león, de 45 mil pesos.
Comenta que cuando se entrega el animal al comprador, éste debe firmar un documento en el que se compromete a dar los cuidados necesarios al ejemplar, así como para eximir de responsabilidad a los vendedores en caso de daños a terceros.
Los tigres y leones cuentan con un sistema de rastreo de microchip.
“Mucha gente piensa que es algo ilegal, pero todo está en regla. También muchos me han dicho que es una crueldad tener a los animales fuera de su hábitat, pero la verdad es que si los soltamos ahorita en la naturaleza, no sobrevivirían porque ya no saben lo que es cazar, entonces preferimos cuidar de ellos”, explicó.
Para concluir, dijo que ha tenido que estudiar mucho sobre los animales para poderlos cuidar, darles los alimentos adecuados, la actividad física que requieren e incluso tenerlos en espacios abiertos, puesto que en una granja familiar, tienen muchos otros ejemplares.
“Quisiera estudiar algo relacionado con los animales, sobre todo con los reptiles, pero no me convence Zootecnia, yo preferiría irme a otro lado. Desde niño me gustan mucho los animales y sobre todo los exóticos, porque están fuera de lo común y es muy emocionante verlos y convivir con ellos”, concluyó.
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