El gobierno estadounidense quiere prohibir la venta de cigarrillos electrónicos a los menores, requerirá la aprobación de nuevos productos y colocar etiquetas sobre los riesgos a la salud bajo nuevas regulaciones propuestas por las autoridades.
Aunque las propuestas emitidas el jueves no significarán cambios de inmediato para los populares dispositivos, la medida a la larga se dirige a regular el rápido crecimiento de la industria del cigarrillo electrónico.
La Administración de Alimentos y Medicinas (FDA, por sus siglas en inglés) informó que la propuesta establece una base para la regulación de los productos, pero no prohíbe de inmediato la amplia gama de los cigarrillos electrónicos de sabores ni frena su comercialización en televisión o locales establecidos.
Cualquier otra norma ``tendrá que basarse en nuestro creciente cuerpo de conocimientos sobre el uso de los cigarrillos electrónicos y sus potenciales riesgos para la salud o beneficios para la salud pública'', dijo la comisionada Margaret Hamburg.
Una vez finalizadas, la agencia podría proponer más restricciones a los cigarrillos electrónicos. Los funcionarios no ofrecieron un calendario para esa acción.
Miembros del Congreso y grupos de salud pública han expresado su preocupación por los cigarrillos electrónicos y cuestionan sus tácticas de comercialización.
``Cuando se finalice la propuesta se traducirá en importantes beneficios para la salud pública, en particular mediante la reducción de la venta a los jóvenes, ayudará a corregir las percepciones erróneas de consumo, evitará afirmaciones engañosas para la salud y evitará que nuevos productos entren en el mercado sin la revisión científica de la FDA'', dijo Mitch Zeller, director del Centro de Productos del Tabaco, que depende de la FDA.
Los cigarrillos electrónicos son tubos de plástico o metal, generalmente del tamaño de un cigarrillo, que calientan una solución líquida de nicotina en lugar del tabaco. Eso crea el vapor que los usuarios inhalan.
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