La empresa Hot Ticket denunció ayer que ha sido bloqueada por el Parque Fundidora por presiones de la compañía Ocesa, para impedir la venta de boletos de los conciertos masivos que se organizan en este recinto público.
Alberto y Armando Serna, fundador y director de Hot Ticket, aseguraron que su empresa ha sido vetada por la dirección del Parque Fundidora con el propósito de favorecer a su competidora Ticketmaster, que se dedica a la venta de boletos de eventos y es filial de Ocesa.
Hot Ticket comenzó en noviembre del año pasado con la preventa de boletos del Machaca Fest, un festival de rock que se organizará este fin de semana en el Parque Fundidora.
La edición pasada de este festival de rock –competencia del Pa´l Norte – se vendió a través de Hot Ticket.
Este año el plan era el mismo.
Y la venta de boletos del Machaca Fest por medio de Hot Ticket se realizó hasta el 30 de marzo pasado, cuando los promotores de este festival de música cancelaron el contrato de manera repentina.
“Hay un bloqueo completo a favor de Ocesa”, dice Armando Serna, director de la empresa Hot Ticket.
“Un día recibimos la notificación de parte de los promotores que nos indicaban que por petición del Parque Fundidora el evento tenía que ser cambiado obligatoriamente al sistema de boletos Ticketmaster”.
-¿Cuáles fueron las razones que alegaron para cancelar el contrato?
“Motivo oficial en un correo electrónico no existió, más que había sido una petición del Parque Fundidora”.
Desde entonces y hasta hoy la venta de boletos del Machaca Fest, que es organizado por la empresa AM2C Entertainment, de Ismael y Aldo Montoya, se realiza exclusivamente a través de Ticketmaster, que forma parte, junto con Ocesa, de la empresa Corporación Interamericana de Entretenimiento, CIE.
Parque Fundidora será explotado como sede de conciertos masivos de manera exclusiva por dos empresas de entretenimiento, según se publicó ayer.
Operadores del Parque Fundidora favorecen a las compañías Ocesa y Apodaca Entertainment en la organización de festivales de música dentro de las instalaciones de este parque.
En el medio del showbusiness regiomontano se asegura que existe un acuerdo de exclusividad, no escrito, entre el Parque Fundidora, Ocesa y la empresa filial de Representaciones Apodaca Music, que encabeza el empresario Óscar Flores Elizondo.
En entrevista, Armando Serna, director de Hot Ticket, asegura que las presiones para que su empresa fuera retirada del Machaca Fest fueron ejercidas por la empresa Ocesa a los directivos del Parque Fundidora.
“La petición fue de parte de Ocesa para el Parque Fundidora y el Parque Fundidora respondió favorablemente a esa petición, por lo cual provocó en rebote que no nada más Machaca, sino que otros promotores, dejaran de operar sus eventos de Fundidora con nosotros bajo la condición exclusiva de que fuera Ticketmaster”.
La empresa regiomontana Hot Ticket, que forma parte del grupo regio que maneja las tiendas de discos Saharis y Backstage, tiene más de cinco años de experiencia en la venta de boletos de conciertos y eventos masivos en la Ciudad.
Hace dos años fue la compañía contratada para la venta del concierto de Skrillex, que se celebró en el Parque Acero, y el año pasado manejó la edición del Machaca Fest.
Los directivos de Hot Ticket aseguran que el trato preferencial que le está otorgando el Parque Fundidora a la empresa Ocesa y a Ticketmaster afecta a los promotores de conciertos independientes de la Ciudad.
“Esto le está pegando al promotor independiente de conciertos porque las condiciones y términos que tienen Ticketmaster y Superboletos siempre han sido superiores, en cuanto a costos, contra los de Hot Ticket”.
Los directivos de Hot Ticket desconocen si la dirección del Parque Fundidora otorgó una concesión exclusiva para que Ocesa opere los conciertos.
“No es por contrato, sino es por presión de Ocesa. Entiendo que Ocesa es un cliente fijo y supongo que Fundidora procura que él haga el negocio y no un competidor de afuera”.
Serna se queja de la opacidad con la que el Parque Fundidora maneja la renta de sus instalaciones para la celebración de conciertos masivos.
“No hay transparencia y hay mucha opacidad. Entre boca en boca se dicen diferentes versiones y no hay formalmente una página en internet que te diga cómo es”.
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