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jueves, 15 de mayo de 2014

La huelga de trabajadores de comida rápida se extiende por el orbe; es todo un éxito

Anon Hispano - 9:08 p.m.
Miles de trabajadores de cadenas de comida rápida realizaron hoy un paro de labores en 150 ciudades de Estados Unidos. Los empleados reclaman salarios de 15 dólares por hora y derechos a la organización sindical.



La huelga ha sido impulsada por la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación, Agrícolas, Hoteles, Restaurantes, Tabaco y Afines (UITA) y las protestas han sido secundadas en 32 países alrededor del mundo como Brasil, Marruecos, Argentina, Japón, Irlanda, por sólo citar algunos ejemplos. Los trabajadores han llevado a cabo varias demostraciones en los últimos 18 meses con huelgas en varias ciudades de Estados Unidos. Sin embargo, ésta es la primera manifestación que logra un impacto a nivel mundial.



En Boston, alrededor de una centena de trabajadores, representantes sindicales y líderes de comunidades religiosas se reunieron frente a dos establecimientos de la cadena de hamburguesas Burger King, uno situado en el barrio de Dorchester y otro en Downtown Crossing en el centro de la ciudad. El evento se realizó simultáneamente en inglés y español y los manifestantes lanzaron consignas en ambos idiomas. Cabe destacar que restaurantes como McDonald’s, Burger King, Wendy’s o Subway, cuentan con un gran número de empleados de origen latino.



Cerca de cuatro millones de personas trabajan en establecimientos de comida rápida en Estados Unidos. El salario promedio de un trabajador es de 8.69 dólares por hora, ligeramente mayor al salario mínimo fijado por el gobierno federal en 2009, que es de 7.25 dólares.

“Los establecimientos de comida rápida solían contratar a adolescentes a medio tiempo para que pudieran ayudar a sus familias. Ahora, están contratando gente que tiene que mantener a sus familias”, declaró la reverenda Jane Gould de la St Stephen’s Episcopal Church en la ciudad de Lynn, en el estado de Massachusetts.

Gould está familiarizada con los casos de trabajadores latinos de escasos recursos de su congregación. Citó el ejemplo de Valeria, quien trabaja en el día en Honey Dew, un cadena de donas y por las noches en McDonald’s, ganando apenas lo suficiente para mantenerse a sí misma y enviar dinero a su familia en Brasil. “Su historia es la misma de tantos trabajadores con salarios bajos”, declaró Gould.

La media de edad de los empleados en cadenas de comida rápida ha cambiado drásticamente a lo largo de los años. Un estudio publicado en octubre de 2013 por la Universidad de California en Berkeley y la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign demuestra que dos tercios de los trabajadores son mayores de veinte años. El salario de 68 por ciento de los empleados representa el único o el principal sostén de su familia.



El caso de Darius Cephus, quien trabaja para Burger King en Boston, ilustra bien esta situación. Cephus ha trabajado durante 10 años para la empresa y ha recibido un único aumento de sueldo en 2006 de 15 centavos por hora. A lo largo de los años, él y su familia han visto su situación económica degradarse “Cada vez es más difícil cuando voy a hacer las compras”. Hace tres años, al no poder pagar su alquiler, su familia tuvo que mudarse a casa de su hermano. La incapacidad de cubrir los costos de alquiler parece ser una de las principales preocupaciones de los trabajadores. Durante la manifestación, se alzaron varias pancartas con la leyenda: “Porque la renta no espera”.

El modelo de negocios de las cadenas de comida rápida es un problema que no sólo atañe a los trabajadores, sino a los contribuyentes en general. No obstante las ganancias multimillonarias de dichas cadenas, los dueños se han rehusado a subir los sueldos de su fuerza laboral. Mientras tanto, el gobierno estadounidense gasta 7 mil millones de dólares por año en programas que benefician a las familias de los trabajadores de establecimientos de comida rápida. El 52 por ciento de los empleados dependen de programas de asistencia pública para subsistir, según el estudio antes mencionado.



El Presidente Barack Obama apoyó recientemente una iniciativa de ley para aumentar el salario mínimo a nivel federal de 7.25 a 10.10 dólares por hora en 2016, pero ésta fue rechazada en el Senado con 54 votos en contra y 42 favor el pasado mes de abril.

Cabe destacar que dicha iniciativa estaba muy por debajo de las exigencias de los huelguistas. Por ello, trabajadores y activistas reclaman acción inmediata por parte de los directivos de las empresas de comida rápida para que se eleve el salario a 15 dólares por hora y declaran que la iniciativa política era insuficiente: “Uno o dos dólares más no es suficiente y no podemos esperar dos años para que eso pase”, aseguraron miembros del colectivo 15Now.

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AP