El 'nymphaea thermarum' crece en el lodo y necesita de una temperatura de 25 grados celsius para sobrevivir (RBG Kew). |
La planta es considerada una especie gravemente amenazada y corre gran peligro al estar fuera de su hábitat especial
Es un crimen que escandalizará a los amantes de las plantas: un ladrón robó el pequeño lirio acuático nymphaea thermarum —una de las plantas más raras del mundo— de un estanque de lirios del famoso Real Jardín Botánico de Kew, Inglaterra, según reportes de la policía.
Creen que el ladrón lo extrajo o lo arrancó del fango húmedo que tiene la temperatura regulada necesaria para sobrevivir.
El jardín de Kew es uno de los dos lugares en el mundo donde es cultivada esta planta y había solo 30 especímenes en exhibición, según la Policía Metropolitana de Londres. Consideran que es "invaluable" a causa de su rareza.
Tal vez fue más fácil sacar la planta robada del jardín botánico —que tiene su propio servicio de seguridad— gracias a su tamaño reducido.
Las hojas de color verde brillante de la planta pueden tener apenas un centímetro de ancho y su flor de color blanco con estambres de color amarillo es poco más grande que una uña.
El jardín de Kew es uno de los dos lugares en el mundo donde es cultivada esta planta y había solo 30 especímenes en exhibición
- Policía Metropolitana de Londres
Un hábitat frágil
El botánico alemán Eberhard Fischer descubrió la nymphaea thermarum en 1987 en un manantial de aguas termales en Mashyuza, Ruanda, el único lugar en el que ha sido vista en estado silvestre.
Sin embargo, la sobreexplotación de este manantial provocó que el frágil hábitat se secara y el lirio acuático desapareciera alrededor de 2008.
Solo los esfuerzos del Jardín Botánico de Bonn, en Alemania, salvaron de la extinción a la planta. En ese lugar había cierta cantidad de ejemplares; también en el Real Jardín Botánico de Kew, en donde lograron propagar exitosamente la delicada planta en 2009.
Luego de varios intentos fallidos, el horticultor Carlos Magdalena desarrolló la técnica necesaria para persuadir a las preciosas semillas que quedaban de transformarse en el lirio acuático.
Se dio cuenta de que a diferencia de otros lirios acuáticos, el nymphaea thermarum crece en lodo tibio y no en agua, por lo que encontró una forma de replicar su hábitat nativo en macetas con limo húmedo rodeado de agua, que conservó a precisamente 25 grados celsius, condiciones similares a las del manantial de aguas termales. Solo así, las semillas florecieron y se desarrollaron, de acuerdo con el personal de Kew.
Durante un par de años, los únicos ejemplares del lirio acuático se encontraban en Bonn y en Londres.
Ahora, también hay unas cuantas plantas en estado silvestre en Ruanda, según el Jardín de Kew, pero la nymphaea thermarum todavía es considerada gravemente amenazada.
El robo es algo 'muy serio'
Richard Barley, director de horticultura del jardín en Kew, dijo que habían llamado a la policía luego de haber descubierto el robo el jueves.
El personal está "dedicado a la conservación de plantas y el que ocurran incidentes de esta naturaleza afecta la moral", dijo. "Tomamos muy en serio el robo de nuestra colección invaluable de plantas".
Según el sitio web del jardín de Kew, la planta no tiene nombre común a causa de su rareza, pero el equipo la ha llegado a conocer extraoficialmente como "lirio acuático pigmeo de Ruanda".
"Ha sido tan rara que no se le conoce uso alguno", agregó.
Han ocurrido otros robos, pero han sido aislados y poco frecuentes, según la institución.
Lindsay Isaac colaboró con este reportaje.
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