Guadalajara, Jal. Alrededor de 20% de las 900,000 tiendas de abarrotes que hay en el país cerrará sus puertas o se irá a la informalidad, como consecuencia de la entrada en vigor de la reforma fiscal el pasado 1 de enero, advirtió el presidente de la Asociación Nacional de Tiendas de Abarrotes (Antab), Víctor Hernández.
Indicó que el cambio de Régimen de Pequeños Contribuyentes (Repecos) a Régimen General lleva a los abarroteros a obligaciones “imposibles de cumplir”, como el hecho de afiliar a sus trabajadores ante el seguro social.
“El cambio nos obliga a que paguemos más impuestos como si fuéramos grandes empresas, calculando 30% de Impuesto Sobre la Renta, más 16% de IVA, más 2% del Impuesto Sobre la Nómina, más los pagos del IMSS e Infonavit, cuando el comerciante tiene algún ayudante”, comentó.
Sostuvo que al menos 180,000 abarroteros en todo el país se verán obligados a bajar la cortina de sus establecimientos e irse a vender a tianguis o a la vía pública ante la necesidad de llevar el sustento a sus familias, acrecentando el problema de la informalidad.
“Este régimen fiscal tal parece que a los que ayuda es a quienes están en la informalidad; no hay nada que los obligue a estar a la formalidad”, destacó.
ANTICIPAN BAJA EN VENTAS
Indicó, por otra parte, que el sector prevé una reducción en sus ventas como resultado del impuesto de 8% a los alimentos con alto contenido calórico.
Denunció que las empresas refresqueras y panificadoras aumentaron sus precios desde diciembre pasado, aún antes que entrara en vigor el nuevo gravamen que se aprobó en la reforma fiscal.
“Las empresas refresqueras y los fabricantes de pan de caja y de botanas aumentaron sus precios antes del 1 de enero, o sea prácticamente tuvimos dos aumentos de diciembre a la fecha”.
Añadió que los abarroteros están desinformados y desconcertados acerca de cómo proceder, ya que la reforma fiscal “tiene bastantes lagunas”, pues no especifica qué es lo que están obligados a facturar.
“Hablando de la facturación electrónica, la reforma no especifica si debemos facturar un chicle de 1 peso, un pan de caja, un refresco, o cómo se debe facturar.
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