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lunes, 13 de enero de 2014

Estos son lxs acusadxs de lanzar bombas molotov contra la SCT

Anon Hispano - 1:41 p.m.
A través de breves misivas, dos de los tres jóvenes detenidos en la Ciudad de México el pasado 5 de enero pudieron romper el aislamiento al que denuncian estar sometidos por parte de las narcoautoridades federales mexicanas.

A través de breves misivas, escritas desde los separos de la Procuraduría General de la República, dos de los tres jóvenes detenidos en la Ciudad de México el pasado 5 de enero –acusados de los ataques con bombas molotov realizados ese día contra oficinas de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, así como contra una concesionaria automotriz– pudieron romper el aislamiento al que denuncian estar sometidos por parte de las autoridades federales mexicanas, mismo que no les ha permitido, siquiera, entablar “contacto directo” con sus familiares.

Escritas el pasado 8 de enero, tres días después de que sus autores fueran aprehendidos, estas cartas fueron dadas a conocer hasta el pasado sábado, 11 de enero, en Canadá, de donde son originarias las dos jóvenes arrestadas en el DF –el tercer acusado es el mexicano Carlos López Marín–, país en el que durante la semana pasada se desarrollaron al menos dos manifestaciones pacíficas en solidaridad con estos tres jóvenes, a los cuales han bautizado ya como “L@s 5E-M” (siglas que aluden al 5 de enero en México).
A esas manifestaciones pacíficas en Canadá, además, se añade un atentado incendiario, también en solidaridad con L@s 5E-M, perpetrado contra un cajero automático del banco HSBC, ubicado en la ciudad de Vancouver, el pasado 9 de enero, y reivindicado por un grupo anónimo.

“El silencio es más fuerte”


Fallon Rouiller Poisson

Fallon Rouiller Poisson, de 22 años –según su perfil personal de la red social de internet Badoo–, una de las dos canadienses detenidas en la Ciudad de México el pasado 5 de enero, concluyó en 2013 su formación universitaria en ciencias sociales, y siendo aún estudiante participó activamente en el movimiento juvenil surgido en 2012 en Quebec, Canadá, en contra del alza de cuotas en el sistema público universitario, conocido como Primavera de Maple, el cual estableció relaciones de solidaridad recíproca con el movimiento estudiantil mexicano de ese mismo año, el #YoSoy132.

Con movilizaciones masivas en las que, según cálculos de la prensa canadiense, participó al menos un tercio del sector estudiantil de ese país, realizadas entre abril y mayo de 2012, el intento de alza a las cuotas universitarias no sólo fue echado abajo, sino que en las elecciones de ese año, el partido promovente de tal iniciativa fue removido del gobierno de Quebec.

Fallon, además, participó activamente en las movilizaciones estudiantiles que en 2012 reclamaron la supresión de cuotas en la universidad McGill de Quebec, la cual, a pesar de ser pública, “es un histórico símbolo de los privilegios de la élite y de la inaccesibilidad a la educación superior”, según la convocatoria al Rally por la educación gratuita, realizado por estudiantes canadienses en febrero de ese año.

Luego de concluir sus estudios universitarios, Fallon se sumó al grupo Cohorte20, respaldado por el programa Optimonde –de la misma institución académica donde se formó, Le Cégep du Vieux Montréal, donde, además, aprendió a hablar español–, mismo que se dedica a apoyar a comunidades pobres de Latinoamérica, como parte del cual esta joven brindó asistencia en poblados de Ecuador, particularmente “trabajando en la problemática de socialización de los roles sexuales de los infantes”, y con la misión concreta de documentar fotográficamente las labores desarrolladas en ese país.

Según declaraciones de su mamá, la señora Line Rouiller, reproducidas por la prensa canadiense, en septiembre de 2013 Fallon estuvo en California, Estados Unidos, y para el mes siguiente se trasladó a México, aunque no se conocen, hasta la fecha, las actividades que realizó en el país entre noviembre del año pasado y el 5 de enero, fecha en que fue detenida en la Ciudad de México, instantes después de ser atacadas las oficinas federales y la concensionaria automotriz ubicadas en la delegación Benito Juárez.

Aunque en la misiva escrita por Fallon el 8 de enero desde los separos de la PGR, ésta no acepta nunca haber participado en los ataques con bombas molotov –artefactos artesanales cuya elaboración sólo requieren gasolina, jabón y una botella de vidrio–, ni tampoco se reconoce como anarquista, tal como ha sido calificada por la prensa mexicana, la joven sí hace patente la radicalidad de sus convicciones políticas, a grado tal que afirma: “Estoy lista para combatir a la autoridad tanto aquí (privada de la libertad en los separos de la PGR), como afuera: nunca voy a parar. La cárcel es una realidad normal y voy a utilizar esta experiencia, y espero que ustedes también –afirma, en alusión al grupo de solidaridad conformado en Canadá–, para desarrollar una fuerza individual mayor cada día”.

Prueba de ello, señala la misiva, es que, al cumplirse el 8 de enero más de 60 horas desde que cayó en manos de “la pinche policía”, las autoridades no han obtenido de ella ningún tipo de información, “porque el silencio es más fuerte que la represión”.

Es por esta misma concepción del paso por la cárcel como parte de su lucha, que Fallon aclara: “No soy una víctima o una detenida política, yo quiero utilizar la realidad que vivimos ahorita para construir amistad más fuerte y más grande”, y es que, afirma, aunque las autoridades mexicanas han intentado poner “años y kilómetros de distancia para separarnos a nosotros y nosotras”, dice la a sus compañeros de Canadá, esta misma actitud del gobierno mexicano provocará “lo contrario: vamos a estar más juntos y juntas que nunca”.

Cabe destacar que desde el pasado viernes, 10 de enero, los tres jóvenes fueron declarados por la PGR bajo arraigo, por 40 días, durante los cuales se integrará la averiguación previa con la que se definirá si formalmente se presentan cargos en su contra, ante un juez federal.

“Supuestos”

Carlos López Marín


Carlos López Marín, quien junto a su nombre inscribe su apodo, El Chivo, es el joven mexicano detenido el 5 de enero junto con Fallon y la también canadiense Amélie Pelletier –única de los tres que no envió una carta al comité de solidaridad canadiense–, “como supuestos responsables de unos disturbios con bombas molotov, realizados a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y también del incendio de varios autos a una concesionaria de la NISSAN”, tal como señala en su carta, leído el pasado sábado junto con el de Fallon, ante el Consulado de México en Montreal.

“En lo personal –dice Carlos, quien tampoco reconoce en ningún momento haber participado en el atentado– me reivindico como anarquista de praxis insurreccionalista, entendiendo por esto la ruptura con toda forma de dominación, mediante la lucha diaria, pensando y repensando métodos y objetivos; partiendo de la libre voluntad del individuo a la organización de las relaciones sociales de manera horizontal, capaces de decidir sobre nuestras propias vidas, empezando por la destrucción de nuestros propios paradigmas mentales que nos asocian a la obediencia y sumisión, para trascender a la conflictividad de manera permanente e informal.”

Aunque la PGR informó la semana pasada que contra estos jóvenes se prefiguraba una acusación penal por “daños”, Carlos afirma en su misiva que, además de esa imputación, “se nos acusa de terrorismo (y) delincuencia organizada“, a pesar de lo cual “nos encontramos bien, fuertes y unidos y unidas”, y se dice también confiado en que “la solidaridad entre anarquistas es fuerte como un roble, como el que va más allá de la simple palabra”.

Amelie Pelletier


Por ello, desde su condición de víctima de “secuestro” por parte de las autoridades mexicanas, Carlos aprovechó su misiva para expresar su solidaridad “con Gustavo Rodríguez (anarquista de 54 años, nacido en Cuba pero naturalizado estadounidense, quien fue deportado por el gobierno mexicano a finales de 2013), Mario González (preso tras los disturbios del 2 de octubre pasado en el DF), Amélie y Fallon Poisson (las dos canadienses con las que fue aprehendido), Gabriel Pombo (anarquista español preso desde hace más de dos años), Felicity Ryder (anarquista australiana prófuga desde 2012, acusada de atacar con petardos un cajero de la Comisión Federal de Electricidad, en Tlalpan, y en cuyo honor fue incendiada una agencia automotriz en Melbourne, en 2013) y todos y todas las compañeras en situación de deportación, fuga o cárcel”.

En este video, puedes presenciar la protesta en Canadá, durante la cual fueron leídas, en inglés, español y francés, las cargas de Fallon y Carlos, por parte del Comité de Apoyo a los Camaradas Presos, cuya consigna, lanzada en voz alta y en castellano ante al consulado mexicano, es “Ni culpables ni inocentes”.



HSBC

Junto con la difusión de las cartas escritas por Carlos y Fallon, el portal Fuego a las Cárceles también el pasado 11 de enero un comunicado anónimo, en el que un grupo anarquista reivindica un atentado con un “dispositivo incendiario”, cometido el pasado 9 de enero, en contra de un cajero automático del banco HSBC, “símbolo del capitalismo, de la opresión y de la dominación”, ubicado en East Hastings, Vancouver.

Con esta acción, señala el comunicado, “respondimos a un llamado a la solidaridad con lxs compañerxs anarquistas robadxs en la Ciudad de México, Fallon (Rouiller) Poisson, Amélie Pelletier y Carlos López”.

Este grupo, que no firma con ningún nombre su comunicado, señala que “nos deslizamos hasta un banco HSBC”, dentro del cual colocaron el dispositivo que, al explotar, causó “una bola de fuego enorme”.

Este atentado contra el cajero, “blanco perfecto para nuestra rabia”, fue realizado también en protesta por las declaraciones del ministro de justicia de Canadá, Peter Mackay, quien “está advirtiendo a lxs activistas a no cometer actividades contra oleoductos (en el marco de las actuales protestas por prácticas de extracción nocivas con el ambiente, conocidas como fracking)”.

Al funcionario de justicia canadiense, este grupo responde: “Mackay, tus advertencias te las puedes meter por el culo. Los sueños de extracción masivas de recursos, que tienen el Estado y las empresas, se pondrán en llamas por la revuelta desde las calles, el sabotaje y la destrucción por la noche (…), nuestros actos de sabotaje son incontrolables, estratégicos y exitosos, este ataque a HSBC es sólo el principio.”

Fuente
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AP